domingo, 10 de enero de 2016

LA OTRA MUJER NO ES IDEOLOGÍA.

     Siguiendo el pensamiento de Slavoj Zizek, podemos decir que la ideología posee un trasfondo fantasmático: es una fantasía que oculta el horror a lo Real.

     Nuestro objetivo es hacer de las letras de este blog algo no ideológico, ya que nuestra tesis es que pensar es pensar en libertad, por tanto, el pensar no debe ser ideológico ya que si es pensar auténtico, no es ideológico. Lo que puede hacer el pensar es pensar la ideología, develar sus características para vivir en acto a la otra mujer, no “vivirla” ideológicamente, lo cual no es vivirla. De ahí que leer no augura salir de estos atolladeros, leer y analizarse en un diván nos lleva a un pensamiento libre, y de ahí a lo incognoscible: ¡a la otra mujer! Pero se trata de un análisis verdadero. Paul Valéry dice de forma poética: “ignorar en voz alta”, podemos pensar así el psicoanálisis: dejarse llevar por el sin-sentido y el desconocimiento de uno mismo, para llegar a conocerse a fondo, lo más que se pueda. En cambio, racionalizar ideológicamente te llevaría a hablar en voz alta para desconocer, aun hablando con base en la teoría psicoanalítica (o cualquier otro saber). Un análisis real da lugar a la verdad. Por tanto, racionalizar no es pensar. Trascender la ideología implica pensar poéticamente el ser verdadero.

     ¿Podremos encontrar a la otra mujer o será un desencuentro ideológico?...


     ¡Atravesemos el fantasma! ¡Cuestión no ideológica! ¿Quién se atreve?...


De la serie "Manantial".
Belarmino Miranda Montoya.

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