domingo, 14 de agosto de 2016

HE DEJADO MI PUERTA ENTRE ABIERTA...

"Los detuvieron por atentado al pudor. Y nadie les creyó cuando el hombre y la mujer trataron de explicarse. En realidad, su amor no era sencillo. Él padecía claustrofobia, y ella, agorafobia. Era solo por eso que fornicaban en los umbrales". (Mario Benedetti).

     Es el amor, nos decía Lacan, lo que hace condescender el goce (fálico) al deseo. Y más allá de la castración, no más acá, sino del lado de allá, está el deseo y lo sublime del goce Otro. El mediocre está antes de la castración, sin aceptarla. Más allá de ella se genera el deseo y se emprende el vuelo sublime del goce Otro.

     Daniel: sé que ambos deseamos volar, y llegar al éter supraceleste. Sé que a ti no te pesa, que eres ligero como el viento que entra entre mis piernas. Sé que no vas cargando una piedra, sino que llevas en el cuerpo la bella levedad del ser erótico. 

     Volar y llegar al éter se logra haciendo poesía infinita, y creando así un instante eterno (fuera del tiempo todo el tiempo que dure). ¿Te atreves a hacer lo imposible?... Hoy nos quedamos en el umbral del deseo en el punto en que no podemos gozar de la cima del cielo. Más sólo el amor hace condescender el deseo al goce Otro. Ambos sabemos volar, ¿tienes la osadía de franquear ese umbral?....



Umbarles.
Artista: Elizabeth Berlanga.

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