FILOSOFAR "va a suponer un proyecto ético, epistémico y político de visibilización y de apoderamiento comunitario, en el plano local con articulación a las dinámicas globales, lo cual permite la emergencia de unos discursos y unas prácticas de re-existencia, orientadas a crear, transformar y dignificar el pensar, el sentir, el hacer y el soñar de los sujetos en un nivel individual y, sobre todo, colectivo. Es decir, un filosofar cuya acción o proceso de producción filosófica surge de [y para] las luchas reales y simbólicas agenciadas y potenciadas por las memorias de los pueblos, para adentrarse en la construcción de otros mundos posibles, más sentidos, actuantes y próximos [...] Así, lo marginal abre nuevas posibilidades de pensar, imaginar y construir una nueva realidad. Y como bien afirma Cerutti en la presente obra, construir esa oportunidad sigue siendo una de las tareas pendientes de la memoria y de la utopía, a fin de recuperar el esfuerzo por la unidad de Nuestra América y la construcción de un mundo radicalmente alternativo". (Dr. José Rafael Rosero Morales).
Al escuchar la presentación y analizar la cotidianidad de las personas, me surgió una pregunta que formulé y dirigí al Dr. Cerutti, durante la presentación. La comparto con ustedes agregando algunos tópicos:
"Sabemos que el capitalismo es un sistema vil y cerrado, que ante la lucha social por un cambio de sistema, hace que algo cambie para que todo siga igual, con lo cual no se genera un cambio real y se retorna al capitalismo. Lo que sí genera es una sociedad cerrada, en la cual, en tanto totalitaria, es imposible la libertad de pensamiento y con ello no se produce pensamiento crítico, de ahí que las personas piensen débil o no piensen, mucho menos lleguen a pensar por sí mismas, esto porque al capitalismo no le conviene que las sujetos piensen. De forma distinta, una sociedad abierta, en tanto transparente, no fetichiza y pone velos a por ejemplo el fetichismo del poder, el de las mercancías, etc., y en tanto abierta, es creacionista y subversiva, por tanto, abre nuevas posibilidades de pensar, al generar pensamiento crítico que permite vislumbrar otras realidades y poner en marcha un movimiento, una praxis de transformación social. El capitalismo por el contrario entre más cerrado más agresivo y conduce a la destrucción, por tanto, más depredador es al renegar del derecho a desear, ya lo sabe pero aún así.
Es de esta forma, que la libre asociación y el análisis, me llevan a pensar el significante: "posibilitar otra vida trans-capitalista", y me viene a la memoria una frase de Maurice Blanchot que dice: "acceder al otro lado sería transformar nuestra manera de tener acceso", en ese sentido posibilitar otra vida trans-capitalista implica pensamiento crítico para transformar nuestras maneras de venir siendo impropias (en términos Heideggerianos) para precisamente tener acceso a Otra vida, y transparentar las contradicciones en el seno del capitalismo. Pero más que quedarse en el plano de la denuncia, el pensamiento crítico debe poner en marcha una praxis transformadora de estas realidades, hasta hacer que coincida con lo real (¿será eso posible?). En ese sentido, mi pregunta concreta sería: ¿cómo dar el paso (no) más allá trascendental, de una sociedad cerrada a una sociedad abierta?...
Dejo aquí la pregunta abierta a una posible respuesta que de el pensamiento crítico, que sí para ser crítico, debe elevarse a estratos muy profundos de la inteligencia para encontrar respuesta a preguntas liberadoras, sí es que realmente se desea la libertad. Néstor Braunstein dice que la inteligencia es imaginar lo no imaginado. El pensamiento crítico requiere inteligencia y rebeldía transformadora para lograr el cambio político y no caer en en lo mismo: el capitalismo.
Ya les platicaré de las transgresiones que haré al capitalismo como ética fundamental que destruye la perversión para positivizarla, y esta es una cuestión simbólico-antropológica que sólo el psicoanálisis me permite ver.
Esta historia continuará...
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