"Después de haberse vuelto pública y comprobable, hasta se encuentra que no es para nada `total´, sí, acaso menos que una guerra. Por ejemplo, muchos seres humanos corren de un lado al otro sin ser molestados. Sólo a veces y en el tiempo alcanza a éste y aquél. En general, sin embargo, queda un circuito de la cotidianidad enteramente intacto. La guerra se desarrolla en alguna otra parte -en un espacio, cuya espacialidad en todo caso permanece insólita y dificilmente captable.
Lo que aquí es alegado contra la totalidad, habla sin embargo a su favor, y a saber, de modo que tiene que ser considerado cuán inesencial permanecería, si por doquier la totalidad fuera perceptible en el ente directa e inmediantamente, pues totalidad es un título -en verdad malo- para el ser del ente e indica en sí una acuñación del ente, que escapa a las experiencias habituales y por ello no se hace comprobable, de modo que surge la apariencia de que lo total de la guerra acusaría sin embargo lagunas y no sería por ello total".
La guerra no es total cuando no nos han desparecido a todos, pero la guerra por encontrar a todos los desaparecidos debe ser total. Nuestra búsqueda no ha desaparecido. Tenemos razones de sobra para buscarlos. Sabiendo que un día: ¡los habremos de encontrar!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario