"Reina de las arenas
que a tus pies
se desborda el Nilo.
Amárrame a tus cadenas
que la vida es como es
pero vivo pendiente del hilo
que me alarga las esperas.
Que todo mi reino daría
por esas caderas
y por ese cuello
que es la romería
de mi boca desbocada.
Y deshojaré el velo
que esconde tu mirada
bajo el clamor
de tu cabello al viento
para entre Karnac y Luxor
peregrinar por el amor
y el perfume de tu aliento.
Mi reina, yo te daría
la fuerza de los dioses
el compás de una letanía,
un imán entre la distancia
y los roces,
un perfume en la fragancia
de esta calma enloquecida.
Y por ti perdería la vida
naufragando en tu belleza
y tu calor.
Y tal vez no tenerte sería
mendigar con riquezas
carentes de valor.
Nefertiti, desliz
de una sábana en celo,
corazón de un final feliz
y reina de los mares del cielo.
El edén y el infierno trepanan memorias
desempolvan antiguas quimeras
como la decepción y la gloria
y ese carruaje que ojalá no volviera..."
No hay comentarios.:
Publicar un comentario