martes, 7 de marzo de 2017

HOMBRE QUE MIRA A TRAVÉS DE LA NIEBLA. (Mario Benedetti).

Me cuesta como nunca
nombrar los árboles y las ventanas
y también el futuro y el dolor
el campanario está invisible y mudo
pero si se expresara
sus tañidos
serían de un fantasma melancólico

la esquina pierde su ángulo filoso
nadie diría que la crueldad existe

la sangre mártir es apenas
una pálida mancha de rencor

cómo cambian las cosas
en la niebla

los voraces no son
más que pobres seguros de sí mismos
los sádicos son colmos de ironía
los soberbios son proas
de algún coraje ajeno
los humildes en cambio no se ven

pero yo sé quién es quién
detrás de ese telón de incertidumbre
sé dónde está el abismo
sé dónde no está dios
sé dónde está la muerte
sé dónde no estás tú

la niebla no es olvido
sino postergación anticipada

ojalá que la espera
no desgaste mis sueños
ojalá que la niebla
no llegue a mis pulmones
y que vos muchachita
emerjas de ella
como un lindo recuerdo
que se convierte en rostro

y yo sepa por fin
que dejas para siempre
la espesura de ese aire maldito
cuando tus ojos encuentren y celebren
mi bienvenida que no tiene pausas




LA TRAICIONERA. (Pastor López).

Cuando se quiere como te quise
Trata de serrar la herida que me abriste
He vuelto a amarte y a recordarte
Pero yo no puedo ahora olvidarte

Oye, traicionera, aunque yo me muera
Donde yo me encuentre rogaré por tu alma

He vuelto a amarte y a recordarte
Pero yo no puedo ahora olvidarte
Eres la alegría que fue mi vida
Camino en las noches y no encuentro a nada

Oye, traicionera, aunque yo me muera
Donde yo me encuentre rogaré por tu alma

Cuando se quiere como te quise
Trata de serrar la herida que me habriste
E vuelto a amarte y a recordarte
Pero yo no puedo ahora olvidarte

Olle traicionera aun que yo me muera
Donde yo me encuentre rogare por tu alma

Olle traicionera aun que yo me muera
Donde yo me encuentre rogare por tu alma


DESAFORTUNADO DESTINO Y CHIDA SUBVERSIÓN.

Sígueme hasta lo más ínfimo, que a mí no me tiembla ni un dedo, y no dudaré en señalarte perverso. Sígueme y estudiame a fondo, para que te des cuenta de que mi mundo es redondo, y cuando menos te des cuenta te daré la noticia de que a virado hacia lo salvo. Sígueme hasta el último detalle, no es que lo autorice, es que te desafío, para que al conocerme, te des cuenta de que inevitable es ya tu desafortunado destino. Intenta cambiarlo, te será imposible porque eres impotente. En cambio yo: ¡haré hasta lo imposible! Y cambiaré el mundo y su rumbo a la muerte.

(Andrea García).